Negro sobre Blanco y Negro

Negro sobre Negro 05. Cinta negra sobre escudo de madera y metal. 2011
Negro sobre Negro 07. Cinta negra sobre escudo de madera y metal. 2011
Negro sobre Negro 08. Cinta negra sobre escudo de madera y metal. 2011

Iván de la Torre Amerighi. ABCD sábado 26 de noviembre de 2011.

La metodología es tan simple como contundente. En su primera individual en Sevilla, Daniel Silvo (1982) transforma la larga entrada del espacio independiente El Butrón en un extenso pasillo flanqueado por pequeños escudos, ali- neados, ocultos y envueltos por cinta aislante negra. Una sala de mudos trofeos observantes y observados, de innegable valor estético que, sin embargo, sumen a visitante en una tesitura paradójica. Visibilizando su contorno y reconociendo sus formas, el espectador no puede establecer comunicación con unos artefactos cuya única misión es la de establecer una divisa jerárquica, actuando como códigos coherentes de identificación que no cumplen su función. El mensaje, que de otro modo tampoco estaríamos en condiciones de descifrar (he ahí la absurda contradicción), nos ha sido hurtado por una interferencia incómoda: la actuación artística. Los vídeos Nostalgia Ajena #1 y Black and White Horses (inquietante deconstrucción del film High Noon de Zinnemann) refuerzan este discurso. Todo en Silvo gira en torno a la construcción del lenguaje, a la importancia de la percepción, a la reflexión contextual y/o histórica de la realidad más cercana. Pero el andaluz siempre pretende algo más: obligar al público a embarcarse en una reflexión de dimensiones políticas, esti- mulando su sentido crítico, sin perder de vista que este, para serlo, debe estar siempre teñido de sana ironía, controlada impertinencia e inexcusable relativismo.

Luz Negra. Instalación. Luz Negra. Madera, acrílico, fotografía color sobre papel RC, hormigón e iluminación eléctrica. 250 x 250 x 25 cm. 2011
En el montaje

El título ambiguo de esta exposición provoca la confusión de si la preposición “sobre” subordina a “blanco y negro” (coordinados por “y”), o si sólo afecta a “blanco”, de modo que la “y” coordine, de un lado, “negro sobre blanco” y, de otro, “negro”. Esta ambigüedad está presente en toda la expo- sición. Por un lado, una suerte de apología de la tradición militar y los patriotismos parece dominar en el tratamiento de los elementos que aparecen en ella. Por otro lado, la forma en la que se muestran resulta oculta, ennegrecida, como rota con delicadeza.

En su primera individual en Sevilla, Daniel Silvo presenta una serie de obras con apariencia de pesimismo social e histórico. El ambiente que predomina en la sala es oscuro, e inspira realidades de la España más negra. El largo pasillo del espacio El Butrón está flanqueado por dos hileras de escudos militares cubiertos de cinta negra, provocando una sensación de asfixia. Al fondo, una fotografía de dos pa- trullas de la Guardia Civil está oculta por una estructura de madera. En la sala anexa se puede ver un vídeo en el que se interviene la película High Noon, colocando solamente re- ferencias a los caballos y suprimiendo música, voz humana, etc. La palabra desaparece, y el hombre es un mero actor secundario. Bajo unas planchas de cemento gris se perciben los fragmentos de diferentes uniformes militares. Bajo el peso de estos bloques encontramos detalles coloridos de los trajes de gala.

Un díptico de escudos inventados se presenta como representación del bien y del mal, pero confundiendo los colores negro y blanco del fondo, que se invierten para identificar el bien y la belleza con el negro y el mal y la fealdad con el blanco. Al acabar el recorrido, un tríptico colorista, una especie de final feliz, adorna la pared: tres escudos en los que las aves son las protagonistas, escudos reinventados a partir de los de países y estados diferentes.

Frente a la aparente alegría folclórica que Espa- ña exporta al mundo, Daniel Silvo nos recuerda que España siempre fue negra. La paleta del pintor español se caracteri- za por los tonos ocres, oscuros, terrosos. España es, como siempre, tenebrista.

Negro sobre Blanco. Óleo sobre lienzo. 50 x 50 cm
Blanco sobre Negro. Óleo sobre lienzo. 50 x 50 cm. 2011

Negro sobre blanco y negro

Espacio El Butrón, Sevilla

Comisario: Jesús Reina

El título ambiguo de esta exposición provoca la confusión de si la preposición “sobre” subordina a “blanco y negro” (coordinados por “y”), o si sólo afecta a “blanco”, de modo que la “y” coordine, de un lado, “negro sobre blanco” y, de otro, “negro”.

Esta ambigüedad está presente en toda la exposición. Por un lado, una suerte de apología de la tradición militar y los patriotismos parece dominar en el tratamiento de los elementos que aparecen en ella. Por otro lado, la forma en la que se muestran resulta oculta, ennegrecida, como rota con delicadeza.

En su primera individual en Sevilla, Daniel Silvo presenta una serie de obras con apariencia de pesimismo social e histórico. El ambiente que predomina en la sala es oscuro, e inspira realidades de la España más negra. El largo pasillo del espacio El Butrón está flanqueado por dos hileras de escudos militares cubiertos de cinta negra, provocando una sensación de asfixia.